Fuente: El País
Fecha: 9 de mayo, 2025
Título: La emergencia por el derrame de petróleo en Ecuador no ha terminado dos meses después.
El 13 de marzo de 2025, un deslizamiento de tierra provocado por intensas lluvias rompió una sección del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en el cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas, liberando más de 25,000 barriles de petróleo. El crudo se derramó en los ríos Esmeraldas, Achote, Caple y Viche, afectando gravemente a los ecosistemas acuáticos y a las comunidades locales, pues dos meses después, la emergencia ambiental continúa. Expertos como Eduardo Rebolledo han documentado una notable disminución del zooplancton y una caída de hasta el 90% en la pesca, con ríos completamente azoicos y restos de petróleo aún visibles. La contaminación ha afectado a más de 113,000 personas, muchas de ellas afroecuatorianas o mestizas, que enfrentan graves problemas de salud, hambre e inseguridad alimentaria. Las fuentes de ingreso han desaparecido, la recolección de mariscos y pesca se han vuelto peligrosas, y enfermedades cutáneas, gastrointestinales y respiratorias han aumentado drásticamente. Petroecuador continúa con labores de limpieza manual y mecánica, mientras organizaciones civiles y científicas brindan ayuda humanitaria y monitorean los daños. Se teme la contaminación marina y la entrada de hidrocarburos tóxicos en la cadena alimentaria. La agricultura y actividades como la apicultura han sido severamente afectadas. Especialistas llaman a una reparación integral y acciones urgentes de restauración ecológica para evitar consecuencias prolongadas en la salud humana y el medio ambiente, es así que, el gobierno ecuatoriano, con apoyo de la ONU, Cruz Roja y organizaciones humanitarias como UNICEF, ACNUR y Cáritas, ha lanzado una respuesta integral que incluye distribución de agua, alimentos, atención médica y mitigación ambiental. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, especialmente para mujeres, jóvenes y familias desplazadas. A pesar de los desafíos, las comunidades quieren participar activamente en la recuperación, mostrando resiliencia y esperanza en la restauración del río Esmeraldas.