Título: Los intentos fallidos de última hora de la Asamblea Nacional que este 13 de mayo concluye sus funciones.
La forma en que la Asamblea Nacional está concluyendo su periodo genera una gran decepción. Se evidencia una gestión marcada por la falta de organización y de compromiso con el país. A pocos días del cierre, intentan resolver temas urgentes que debieron haberse trabajado con tiempo y responsabilidad. La suspensión de sesiones clave por parte de la presidenta de la Asamblea solo confirma el desorden que ha caracterizado a esta legislatura. Es lamentable que no se hayan aprobado reformas internas necesarias, ni calificado juicios políticos que podrían haber tenido un impacto importante. Las intenciones de última hora, como reafirmar compromisos con la niñez o avanzar con el Código de Protección que lleva años estancado, parecen más un acto simbólico que una verdadera acción política. Esta manera de actuar debilita aún más la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. Lo más preocupante es que la nueva Asamblea heredará no solo tareas pendientes, sino también un entorno legislativo desordenado. Esta etapa transitoria pudo haber sido una oportunidad para demostrar eficiencia, pero termina siendo una muestra más del desgaste institucional que vive el país.