Metabolismo de lípidos.
El metabolismo lipídico abarca los procesos mediante los cuales el cuerpo digiere, absorbe, transporta y utiliza las grasas provenientes de la dieta. Los lípidos, como los triglicéridos y el colesterol, son esenciales para funciones vitales: almacenan energía, forman parte de las membranas celulares y participan en la síntesis de hormonas y vitaminas. El hígado desempeña un papel central en este metabolismo, regulando la síntesis y distribución de lipoproteínas que transportan los lípidos por el organismo.
La dieta influye directamente en los niveles de lípidos en sangre. Consumir grasas en exceso o de tipo inadecuado puede alterar este equilibrio y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se recomienda que la ingesta de lípidos no exceda el 30% del total de la energía diaria, priorizando las grasas insaturadas presentes en alimentos como el aceite de oliva, frutos secos y pescado azul.
Recomendaciones:
Limitar grasas saturadas y trans: es decir, tenemos que reducir el consumo de carnes grasas, embutidos, productos ultraprocesados y frituras.
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Aumentar grasas saludables: por lo que se recomienda incorporar aguacate, frutos secos, semillas y pescados ricos en omega-3.
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Controlar la ingesta calórica: un punto muy importante es evitar el exceso de calorías que puede llevar al almacenamiento de grasa y a la dislipidemia.
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Mantener una dieta equilibrada: esto hace énfasis en combinar adecuadamente carbohidratos, proteínas y lípidos para un metabolismo eficiente.
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Realizar actividad física regular: ya que el ejercicio ayuda a mejorar el perfil lipídico y a prevenir trastornos metabólicos.

Referencias:
Infoalimentos. (s.f.). El equilibrio de los lípidos en nuestra alimentación. https://infoalimentos.org.ar/temas/nutricion-y-estilos-de-vida/475-el-equilibrio-de-los-lipidos-en-nuestra-alimentacion
MGC Mutua General de Catalunya. (s.f.). Metabolismo lipídico y clasificación de las hiperlipemias. https://www.mgc.es/blog/metabolismo-lipidico-y-clasificacion-de-las-hiperlipemias/