Se refiere a la capacidad y disposición de un paciente para seguir las recomendaciones y tratamientos prescritos por su fisioterapeuta. Este concepto es fundamental en el ámbito de la fisioterapia, ya que una buena adherencia puede influir significativamente en la efectividad del tratamiento y en la recuperación del paciente.
Se define como la coincidencia entre el comportamiento del paciente y las prescripciones de salud que ha recibido. Esto incluye seguir ejercicios, asistir a sesiones de terapia y aplicar recomendaciones en la vida diaria.
Factores que influyen:
- Relación con el fisioterapeuta: Una buena comunicación y confianza pueden mejorar la adherencia.
- Comprensión del tratamiento: Los pacientes que entienden la importancia de su tratamiento son más propensos a seguirlo.
- Motivación personal: La motivación y el compromiso del paciente son cruciales para mantener la adherencia.
Consecuencias de la falta de adherencia: No seguir las recomendaciones puede llevar a una recuperación más lenta, recaídas o incluso a la necesidad de tratamientos más intensivos.
Estrategias para mejorar la adherencia:
- Educación del paciente: Informar sobre los beneficios del tratamiento.
- Establecimiento de metas: Fijar objetivos alcanzables puede motivar al paciente.
- Seguimiento regular: Mantener contacto frecuente para resolver dudas y ajustar el tratamiento si es necesario.