Desde mi punto de vista, sí se cumple que la constitución de compañías societarias en el Ecuador representa una fuente efectiva de empleo formal y sostenible. Esto se fundamenta en el Artículo 1 de la Ley de Compañías, que establece que dos o más personas pueden unir sus capitales o industrias para realizar operaciones mercantiles y participar de sus utilidades. Esta disposición permite la creación de empresas con personalidad jurídica, sujetas al cumplimiento de normas laborales, tributarias y de seguridad social, lo cual impulsa la generación de empleo formal.
Asimismo, el Artículo 2 de la misma ley reconoce diversas formas societarias (como compañías anónimas, de responsabilidad limitada, en comandita, entre otras), lo que otorga flexibilidad legal para emprender en distintos sectores económicos. Esta diversidad facilita que tanto pequeños como grandes emprendimientos puedan constituirse legalmente y generar puestos de trabajo estables.
Por tanto, con base en la normativa vigente, se puede afirmar que sí se cumple que la constitución de compañías contribuye al empleo formal y sostenible, aunque su impacto final depende también del contexto económico y del fortalecimiento del sector productivo.