Yo creo que sí se puede vivir sin celular por una semana, aunque no sería fácil al principio. Estamos tan acostumbrados a tenerlo todo el tiempo con nosotros que sentimos que nos falta algo cuando no lo usamos. Pero también pienso que esa desconexión puede ser muy positiva. A veces, sin darnos cuenta, el celular nos roba mucho tiempo que podríamos usar para otras cosas más valiosas, como conversar con nuestra familia, leer un libro o simplemente descansar sin estar pendientes de notificaciones. Una vez intenté estar un par de días sin usarlo y al principio fue incómodo, pero después sentí una especie de tranquilidad que no había notado antes. Me di cuenta de cuánto dependía del celular para cosas que en realidad no eran tan urgentes. Por eso, creo que sería un buen reto hacerlo por una semana, para recuperar un poco de equilibrio y reconectar con lo que de verdad importa.