Fecha: 21 de mayo del 2025.

Esto ya no es solo indignante, es una burla. Diana Salazar, quien fue Fiscal General del Estado, ya dejó su cargo, pero no enfrentó ninguna consecuencia por sus malas acciones. Al contrario: renunció y la habían nombrado como embajadora de Ecuador en Argentina. Es decir, en vez de investigarla o exigirle que rinda cuentas, le dan un premio.

Lo peor de todo es ver como el presidente Daniel Noboa la felicita públicamente como si no pasara nada. ¿Felicitada por qué? ¿Por dejar una Fiscalía llena de dudas, con casos manipulados y con graves actos de corrupción que nunca se investigaron a fondo?

Ella no fue una fiscal justa. Usó la justicia para proteger a unos y atacar a otros. Dejó pasar casos muy graves, especialmente de políticos poderosos, y nunca investigó como debía. Incluso hay denuncias de que su título profesional es dudoso, y que manipuló procesos. Y ahora simplemente se va, sin rendir cuentas, y encima con aplausos.

La gente ya está cansada. Ya basta de que en este país los que más poder tienen hagan lo que quieran con la ley. Mientras uno se esfuerza por hacer las cosas bien, ellos juegan con la justicia como si fuera un negocio. ¿Cómo se supone que vamos a confiar en las autoridades si vemos esto?

Lo que más duele no es solo lo que hizo, sino que se está normalizando que quienes tienen poder hagan lo que quieran con la ley y luego salgan limpios, como si nada. Esto manda un mensaje horrible al país: que mientras más alto llegas, menos te toca la justicia.

Esto no se trata solo de Diana Salazar, se trata de cómo estamos dejando que la justicia en Ecuador se destruya desde adentro. Se necesita que las leyes se apliquen de verdad, para todos, sin importar el cargo o el apellido. Porque si no hay justicia real, entonces ¿qué nos queda?