Este texto expone el particular experimento del doctor Nick Norwitz, quien consumió 720 huevos en 30 días con el objetivo de estudiar el efecto del colesterol proveniente de los alimentos en su cuerpo. Debido a su alimentación cetogénica y a sus características físicas con bajo porcentaje de grasa corporal y alta sensibilidad a la insulina, su organismo logró mantener el equilibrio metabólico a pesar de la elevada ingesta de colesterol. Al introducir carbohidratos saludables, sus niveles de colesterol LDL incluso disminuyeron. En mi opinión, este experimento es muy revelador porque pone en evidencia que las recomendaciones nutricionales no siempre se pueden aplicar de forma general a toda la población. Cada persona responde de manera diferente a los alimentos según su metabolismo, estilo de vida y genética. Este caso también resalta la importancia de cuestionar creencias tradicionales con base científica actualizada y observar el papel que juega la bioquímica individual en la salud.