Coincido con lo mencionado sobre la adaptación de las sociedades antiguas al clima. Quisiera complementar destacando cómo, en la actualidad, muchas comunidades vulnerables sufren más intensamente los efectos del cambio climático. Por ejemplo, en regiones como Centroamérica, las sequías y huracanes afectan directamente a la seguridad alimentaria. En estos contextos, el clima no solo condiciona la economía, sino que también genera migraciones forzadas. Ante esto, es fundamental que las políticas públicas incluyan planes de acción climática con enfoque social, priorizando a las poblaciones más expuestas. Además, es importante reforzar la educación ambiental para fomentar prácticas comunitarias que mejoren la resiliencia local.