La valoración de la evaluación auténtica en el contexto ecuatoriano resulta fundamental para transformar el enfoque tradicional de evaluación y avanzar hacia prácticas pedagógicas más contextualizadas y significativas. Estoy de acuerdo con lo expuesto, ya que este tipo de evaluación no solo mide contenidos, sino que pone a prueba la capacidad del estudiante para aplicar sus conocimientos en situaciones reales, lo cual fortalece la conexión entre escuela y entorno. Al integrar tareas prácticas, como proyectos, exposiciones o trabajos colaborativos, se fomenta el aprendizaje activo, la reflexión crítica y el desarrollo de habilidades útiles para la vida.