El impacto de las emociones en la educación matemática
Las emociones desempeñan un papel crucial en la educación matemática, ya que influyen directamente en la atención, la memoria y la resolución de problemas. Un estudiante que experimenta emociones positivas como la curiosidad, la satisfacción o el orgullo ante los logros tiende a comprometerse más profundamente con la tarea, desarrollar una mayor perseverancia y construir una actitud favorable hacia las matemáticas. Por el contrario, emociones negativas como el miedo, la frustración o la ansiedad matemática —una forma específica de ansiedad ligada a contextos numéricos— pueden obstaculizar la comprensión, limitar la participación en clase y generar rechazo hacia la asignatura. Reconocer y gestionar estas emociones no es un lujo pedagógico, sino una necesidad para transformar la enseñanza matemática en una experiencia más inclusiva, motivadora y significativa.
Referencia bibliográfica:
Zan, R., Brown, L., Evans, J., & Hannula, M. S. (2016). https://doi.org/10.1007/s10649-006-9028-2