Los sentineleses y su aislamiento pendiente

Los sentineleses y su aislamiento pendiente

de GALARZA APULEMA NATHALY MISHELL -
Número de respuestas: 0

Los sentineleses siempre me han parecido un caso fascinante y único en el mundo moderno. Viven en la isla Sentinel del Norte, en el archipiélago de Andamán, y han rechazado sistemáticamente todo contacto con el exterior. Su aislamiento extremo ha hecho que se conserven como una de las últimas sociedades no contactadas del planeta. Desde mi punto de vista, su decisión de mantenerse alejados no solo debe ser respetada, sino también protegida activamente por la comunidad internacional.

Ellos no viven según nuestras normas, ni han adoptado nuestras costumbres, y eso está bien. Durante siglos han sobrevivido de manera autosuficiente, cazando, pescando y recolectando, sin necesidad de la tecnología o la medicina modernas. Su aparente rechazo a la civilización no es ignorancia, sino un acto de resistencia cultural. Y es comprensible si se tiene en cuenta cómo el contacto con otras tribus ha traído enfermedades, abusos y desintegración social. Los sentineleses, probablemente, han entendido eso a través de experiencias propias o de sus vecinos.

Lo que me parece más importante es que no debemos caer en la tentación de “civilizarlos”. Cualquier intento de acercamiento no solicitado no solo pondría en riesgo su salud, por la falta de inmunidad a nuestras enfermedades, sino también su autonomía como pueblo. Ya han demostrado, en varias ocasiones, que no desean interacción: han atacado a quienes se han acercado demasiado, incluso a personas que iban con intenciones pacíficas, como el misionero estadounidense que fue asesinado en 2018.Finalmente, no se debe responsabilizar a los sentineleses por las muertes ocurridas. Ellos viven según sus propias normas culturales, ajenas al sistema jurídico occidental. Quienes deciden ingresar a su territorio, violando leyes explícitas, deben asumir las consecuencias. El castigo no corresponde a la tribu, sino al sistema que permite o fomenta estas incursiones.Tampoco podemos juzgarlos con nuestras leyes, ya que ellos defienden mucho sus territorios y sus vidas. 

308 palabras