Vivir plenamente desde diferentes puntos de vista puede ser interpretado como vivir felices, llevar una alimentación saludable, disfrutar el presente o, a su vez, buscar sentido en la vida. Partiendo de esto, considero que para mí, vivir plenamente es vivir libre de problemas, los mismos que pueden ser económicos, de salud, psicológicos o familiares; aunque es algo que no se alcanza con facilidad. Por ello debemos valorar el momento o el presente, las charlas entre amigos, las llamadas de aprecio, la compañía de personas, las pequeñas salidas, los atardeceres e incluso los más mínimos detalles que dan alegría a nuestra vida a pesar de los problemas de nuestro alrededor o de nuestro entorno cercano, porque en esos detalles pequeños podemos encontrar el sentido de nuestra vida.