Vivir plenamente, desde una perspectiva mas reflexiva y humanista , es experimentar la vida con un proposito y conexión. Es estar presente en lo que hacemos, cultivar relaciones significativas, desarrollarnos personalmente, y contribuir, en la medida de nuestras capacidades, al bienestar de otros. No significa una vida sin dificultades, sino una en la que, a pesar de ellas, encontramos sentido y valor.