Fecha: 12-05-2025
Reflexión:
La reciente decisión del Gobierno ecuatoriano de acatar el fallo de la Corte Constitucional respecto a la convocatoria de una Asamblea Constituyente representa un momento clave para el fortalecimiento del Estado de Derecho en el país. Como estudiante de Derecho, esta situación me permite observar cómo los principios constitucionales no son meros ideales teóricos, sino herramientas vivas que estructuran y limitan el ejercicio del poder.
El hecho de que el Ejecutivo incluso con una agenda política activa como la del presidente Daniel Noboa respete una sentencia constitucional nos recuerda la importancia de la separación de poderes y del control constitucional como elementos esenciales para evitar abusos y garantizar la legitimidad democrática. En un contexto latinoamericano donde la figura presidencial históricamente ha tendido a acumular poder, el respeto a los fallos constitucionales marca una diferencia notable.
Además, esta resolución reafirma que las reformas constitucionales no pueden ser impulsadas arbitrariamente o por interés político momentáneo. Deben pasar por procesos formales rigurosos, como la deliberación ciudadana y el respeto al marco legal vigente. La Corte no solo actúa como un árbitro jurídico, sino también como un protector del pacto social y del equilibrio institucional.
Como estudiante, este caso fortalece mi convicción sobre el rol vital que tienen los operadores jurídicos en preservar el orden democrático. Me motiva a seguir formándome con responsabilidad, sabiendo que el Derecho no es simplemente un conjunto de normas, sino una herramienta para estructurar una sociedad más justa y equilibrada.