Si tuviera que proponer una nueva unidad para medir algo que no está bien definido en el Sistema Internacional (SI), propondría una unidad para cuantificar el nivel de estrés humano. El estrés es un fenómeno psicológico y fisiológico que afecta directamente el bienestar, el rendimiento académico, la productividad laboral y la salud en general. Sin embargo, a pesar de su importancia, no existe una unidad estandarizada para medirlo de forma objetiva y universal.
La unidad podría llamarse "cortisolio" (símbolo: Cz), en referencia al cortisol, una hormona relacionada directamente con el estrés. Un Cz se definiría como la cantidad de estrés suficiente para elevar los niveles de cortisol en sangre en un microgramo por decilitro durante un minuto, acompañado de respuestas fisiológicas como aumento del ritmo cardíaco, tensión muscular o cambios en la respiración.
Esta unidad permitiría estandarizar la medición del estrés en distintas situaciones cotidianas: exámenes académicos, entornos laborales exigentes, situaciones médicas, entre otras. Sería especialmente útil en el ámbito de la salud mental, ya que facilitaría el diagnóstico de trastornos relacionados con la ansiedad crónica, el burnout y otras condiciones derivadas del estrés prolongado. También podría aplicarse en estudios de ergonomía, diseño de espacios de trabajo, e incluso en la evaluación de videojuegos o aplicaciones que buscan reducir el estrés.
La medición se podría realizar mediante dispositivos portátiles que midan variables como el cortisol, la frecuencia cardíaca, la conductancia de la piel y la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV). Aunque aún no existe una tecnología accesible que integre todos estos datos de forma precisa, los avances actuales hacen que esta propuesta sea viable en un futuro cercano.
El cortisolio sería una herramienta innovadora para abordar de manera científica uno de los grandes desafíos de la vida moderna: el manejo del estrés.