Este video me llevó a reflexionar sobre la música andina desde una óptica totalmente nueva. Siempre había pensado que lo tradicional y lo moderno eran mundos separados, pero este episodio demuestra que no es así. Me impresionó cómo los artistas ecuatorianos están tomando sonidos súper antiguos, como los de los pueblos indígenas andinos, e incorporándolos en mezclas con electrónica, hip hop, y otros estilos actuales. Es como si el pasado y el presente estuvieran hablando entre sí a través de la música.
Me encantó cómo destacan la relevancia de los paisajes, las montañas y la conexión con la tierra. Es evidente que los sonidos no provienen solo de los instrumentos, sino de una cultura y de una manera de entender el mundo. Algunos músicos indican que la música andina no se limita a ser un simple sonido, sino que también tiene un componente espiritual, actuando como una forma de dialogar con la naturaleza y con nuestros ancestros.
También me llamó la atención que muchos de estos artistas son jóvenes, y están súper comprometidos con rescatar su identidad. No están copiando lo de antes, lo están transformando, pero con respeto. Es como una resistencia cultural en forma de música. Eso me hace pensar en cómo a veces uno siente que tiene que elegir entre ser “moderno” o mantener sus raíces.