Título: La Reserva Drácula se convirtió en la quinta OMEC del Ecuador
Fuente:
- Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. (14 de mayo 2025). La Reserva Drácula se convirtió en la quinta OMEC del Ecuador. https://www.ambiente.gob.ec/la-reserva-dracula-se-convirtio-en-la-quinta-omec-del-ecuador/
- Fondo de Inversión Ambiental Sostenible. (13 de mayo 2025). Se declara oficialmente la OMEC Drácula en el marco del mes de la biodiversidad. https://fias.org.ec/se-declara-oficialmente-la-omec-dracula-en-el-marco-del-mes-de-la-biodiversidad/
Fecha: 14 de mayo de 2025
Reflexión:
El reconocimiento de la reserva Drácula como la quinta OMEC, en nuestro país, representa una iniciativa fundamental en lo que se refiere a la lucha por la conservación de la biodiversidad; no solo representa la riqueza biológica de un sector estratégico, sino que además refleja la urgencia y la necesidad de la protección de especies endémicas.
La unión de los Andes y el Chocó permite que esta reserva sea un importante santuario de vida, donde, por cuanto la ciencia sigue conociendo nuevas especies, algunas de ellas tienen el riesgo de desaparecer si no se toman medidas urgentes, de modo que permite que entre gobierno, comunidades y organizaciones se considere una responsabilidad compartida en cuanto a la conservación de estas especies.
El compromiso del Ministerio del Ambiente es integrar a la OMEC dentro de un esquema de una estrategia tanto nacional como internacional, como lo instaura la Meta 3 del Marco de Biodiversidad de Kunming-Montreal; manifiesta una visión a largo plazo que reconoce que el desarrollo sostenible solo es posible si va con una estrecha relación con el respeto a la naturaleza.
Más allá de la protección, se trata de implementar una nueva relación entre el ser humano y su entorno, basada en la armonía, la sostenibilidad y el conocimiento, además de la conservación de la reserva, especialmente en lo que se refiere a la biodiversidad en su fauna y flora.
Así, la Reserva Drácula no solo es un refugio de vida, sino un símbolo de esperanza y acción concreta en favor del planeta. Su designación como OMEC debe motivarnos a continuar explorando, valorando y cuidando cada rincón de nuestra biodiversidad, entendiendo que en ella se encuentra no solo nuestra herencia natural, sino también el futuro de las próximas generaciones.