Emigrar el síntoma es trasladar la manifestación de un conflicto interno a otra parte del cuerpo o conducta, como se ve en trastornos psicosomáticos. Desde el psicoanálisis, esto es una forma del inconsciente de evitar enfrentar el conflicto original, cambiando su forma de expresión. Aunque el síntoma se transforme, el problema de fondo persiste. Por eso, aunque pueda aliviar momentáneamente, si no se comprende su raíz, el malestar puede mantenerse en el tiempo.