Desde los estudiantes
Estudiar Química y Biología de forma virtual ha sido todo un reto, pero también una oportunidad para aprender a organizarnos mejor. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que tener una rutina clara marca la diferencia: cuando seguimos un horario y nos preparamos antes de cada clase, incluso con un repaso breve o viendo un video relacionado, todo se entiende mejor. Hay temas complejos como ciertas reacciones químicas o mecanismos biológicos que al principio parecen imposibles, pero con mapas conceptuales, resúmenes o explicaciones visuales, se vuelven más comprensibles.
Además, lo que más nos ha ayudado es no quedarnos en silencio cuando hay dudas. Participar en los foros o escribirle al docente, aunque a veces dé algo de vergüenza, evita que nos atrasemos.
Desde los docentes
Desde nuestra mirada como docentes, enseñar en entornos virtuales va mucho más allá de subir una clase o calificar tareas. Hemos aprendido que estar presentes responder preguntas con empatía, dar una explicación extra cuando hace falta o simplemente motivar puede hacer una gran diferencia en cómo los estudiantes viven el aprendizaje.
Sabemos que no todos aprenden igual, por eso tratamos de ofrecer materiales diversos: algunos se conectan mejor con un video, otros con lecturas o con actividades prácticas. También buscamos que cada clase tenga un hilo conductor, que los estudiantes no sientan que los temas están aislados, sino que todo forma parte de un conocimiento que se construye poco a poco.
Estudiar Química y Biología de forma virtual ha sido todo un reto, pero también una oportunidad para aprender a organizarnos mejor. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que tener una rutina clara marca la diferencia: cuando seguimos un horario y nos preparamos antes de cada clase, incluso con un repaso breve o viendo un video relacionado, todo se entiende mejor. Hay temas complejos como ciertas reacciones químicas o mecanismos biológicos que al principio parecen imposibles, pero con mapas conceptuales, resúmenes o explicaciones visuales, se vuelven más comprensibles.
Además, lo que más nos ha ayudado es no quedarnos en silencio cuando hay dudas. Participar en los foros o escribirle al docente, aunque a veces dé algo de vergüenza, evita que nos atrasemos.
Desde los docentes
Desde nuestra mirada como docentes, enseñar en entornos virtuales va mucho más allá de subir una clase o calificar tareas. Hemos aprendido que estar presentes responder preguntas con empatía, dar una explicación extra cuando hace falta o simplemente motivar puede hacer una gran diferencia en cómo los estudiantes viven el aprendizaje.
Sabemos que no todos aprenden igual, por eso tratamos de ofrecer materiales diversos: algunos se conectan mejor con un video, otros con lecturas o con actividades prácticas. También buscamos que cada clase tenga un hilo conductor, que los estudiantes no sientan que los temas están aislados, sino que todo forma parte de un conocimiento que se construye poco a poco.