Como estudiante, me identifico mucho con lo que se menciona. Al principio, estudiar Química y Biología de manera virtual fue abrumador, sobre todo porque no estábamos acostumbrados a esa modalidad. Pero con el tiempo, aprendimos que la organización es clave. Tener una rutina, preparar el material antes de clase, y apoyarnos en recursos visuales realmente hace que el aprendizaje sea más efectivo.
También valoro mucho el esfuerzo de los docentes por estar presentes y por adaptarse a nuestras necesidades. Se nota cuando una clase está bien estructurada y cuando el profesor está dispuesto a explicar algo una vez más, con paciencia. Eso nos motiva a seguir adelante, incluso cuando los temas son difíciles.
Participar más activamente, aunque a veces dé pena, ha sido fundamental. Saber que podemos contar con nuestros profesores y que hay diferentes formas de aprender (videos, lecturas, prácticas) nos hace sentir acompañados, incluso a la distancia.
También valoro mucho el esfuerzo de los docentes por estar presentes y por adaptarse a nuestras necesidades. Se nota cuando una clase está bien estructurada y cuando el profesor está dispuesto a explicar algo una vez más, con paciencia. Eso nos motiva a seguir adelante, incluso cuando los temas son difíciles.
Participar más activamente, aunque a veces dé pena, ha sido fundamental. Saber que podemos contar con nuestros profesores y que hay diferentes formas de aprender (videos, lecturas, prácticas) nos hace sentir acompañados, incluso a la distancia.