PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

de CARRILLO VINUEZA JEHINSON ANDRES -
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a. ¿Cuál es la importancia del Plan Nacional de Desarrollo en la gestión de los recursos públicos?

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) desempeña un papel fundamental en la administración eficiente y estratégica de los recursos públicos del Ecuador. Este instrumento no solo define los objetivos prioritarios del Estado a mediano plazo, sino que además orienta la asignación presupuestaria, asegurando que las inversiones públicas estén alineadas con las verdaderas necesidades del país. Gracias a su enfoque territorial, participativo y basado en derechos, el PND permite coordinar las acciones del gobierno central con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), evitando duplicaciones, mejorando la eficiencia del gasto y promoviendo mayor equidad en la distribución de los recursos, especialmente hacia las poblaciones históricamente excluidas.

Asimismo, el PND fortalece la transparencia y la rendición de cuentas, ya que incorpora metas, resultados esperados e indicadores medibles que permiten evaluar el cumplimiento de los compromisos asumidos. En resumen, el Plan Nacional de Desarrollo es la hoja de ruta que guía la inversión pública, promueve una gestión responsable y ayuda a cumplir con los compromisos internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

b. ¿Qué consecuencias puede tener que los proyectos institucionales no estén alineados con el PND?

Cuando las instituciones públicas diseñan y ejecutan proyectos sin alinearlos con los objetivos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo, se generan múltiples impactos negativos en la gestión estatal. Uno de los principales riesgos es la fragmentación de esfuerzos y recursos, lo cual disminuye la eficiencia y la capacidad del Estado para generar transformaciones estructurales. Esto puede traducirse en inversiones duplicadas o mal priorizadas, especialmente en sectores sensibles como salud, educación o infraestructura.

Además, la falta de alineación dificulta la evaluación del desempeño institucional, ya que cada proyecto seguiría su propia lógica y no respondería a un marco común de indicadores. Esto debilita la rendición de cuentas, reduce la transparencia y limita la capacidad de corregir errores o redirigir acciones. También puede fomentar desequilibrios territoriales, al priorizar intereses locales o institucionales por encima de una visión integral del país. Finalmente, genera inestabilidad presupuestaria y desconfianza ciudadana, ya que la población percibe que los recursos se gestionan sin coherencia ni planificación a largo plazo.

c. ¿Cuál es el Plan Nacional de Desarrollo vigente en Ecuador y qué eje consideras más importante para tu territorio?

El Ecuador actualmente se rige por el Plan Nacional de Desarrollo 2021–2025, denominado “Creando Oportunidades”, cuya vigencia comprende desde el año 2021 hasta el 2025. Este plan establece una visión de país basada en la garantía de derechos, el fortalecimiento institucional y el impulso al desarrollo económico inclusivo. Se estructura en torno a tres grandes ejes estratégicos:

  1. Derechos para todos durante toda la vida

  2. Economía al servicio de la sociedad

  3. Más sociedad, mejor Estado

En el caso particular del cantón Riobamba, el eje más relevante es “Economía al servicio de la sociedad”, ya que responde directamente a los principales desafíos que enfrenta la población local, como el desempleo estructural, la migración juvenil, la informalidad laboral y las barreras de acceso al financiamiento y a mercados para los pequeños y medianos productores.

Además, Riobamba cuenta con un gran potencial en sectores como el turismo cultural y natural, la agroindustria sostenible, y la educación técnica y superior, gracias a instituciones como la UNACH y la ESPOCH. Aprovechar este eje permitiría impulsar políticas de reactivación económica con enfoque territorial, fortaleciendo cadenas de valor, promoviendo el emprendimiento, generando empleos dignos y reduciendo desigualdades entre zonas urbanas y rurales. Esta apuesta es clave para construir una ciudad más resiliente, competitiva y equitativa