La lógica matemática y la teoría de conjuntos nos ayudan a pensar con orden y a tomar mejores decisiones. Sirven para entender y organizar ideas, y son muy útiles para resolver problemas reales en cosas como la programación, el análisis de datos o en decisiones del día a día. Son herramientas importantes tanto para los estudios como para el trabajo.
Dos ejemplos son:
1. Programación: La lógica se usa para poner reglas, como “si el usuario pone bien su contraseña, puede entrar”, algo clave para mantener la seguridad en sistemas.
2. Análisis de datos: Con la teoría de conjuntos se pueden juntar personas que cumplan con ciertos requisitos (como haber comprado en dos ofertas distintas), lo que ayuda a crear mejores estrategias de venta.