Lo mencionado por Brigitte Cauija es fundamental resaltar que, además de los aspectos
lingüísticos y técnicos que ya se han mencionado, la organización lógica y la coherencia en los
argumentos son pilares esenciales en la redacción científica. Esto significa que, más allá de evitar
errores gramaticales, el autor debe asegurarse de que haya una conexión clara entre el problema
de investigación, la metodología utilizada y la interpretación de los resultados. Por último, aunque
Montenegro aborda los errores comunes que cometen los estudiantes, es importante añadir que
la revisión por pares y el feedback continuo son herramientas clave para perfeccionar el
manuscrito.
Como buena práctica, los autores deberían someter sus borradores a críticas constructivas antes
de enviarlos, ya que, como advierte Nature (2022), "el 40% de los rechazos en revistas indexadas
se deben a fallas de estructura o claridad, no a la calidad de la investigación". En resumen,
dominar la redacción científica requiere tanto precisión técnica como habilidades comunicativas
estratégicas, que se desarrollan a través de la práctica constante y la retroalimentación
especializada.
Referencia
Nature Editorial. (2022). "Common reasons for manuscript rejection". Nature Journal
Guidelines