Humor en la educación

Humor en la educación

de PALTAN SOLDADO SANDY ESTEFANIA -
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Pedagogía del Humor

Mediante un vídeo observado podemos ver que la pedagogía del humor se enfoca en el ambiente en el que el docente crea herramientas para que los estudiantes puedan desenvolverse de manera más efectiva. La pedagogía del humor es un enfoque educativo que integra el humor como herramienta didáctica para facilitar el aprendizaje, mejorar el clima escolar y fomentar la motivación de los estudiantes. Desde mi perspectiva, esta metodología no solo humaniza la enseñanza, sino que también potencia la creatividad, reduce el estrés académico y fortalece el vínculo entre docente y alumno.

En primer lugar, el humor en el aula rompe con la rigidez tradicional, creando un ambiente más relajado y participativo. Cuando los docentes utilizan anécdotas, juegos de palabras o situaciones cómicas relacionadas con el contenido, los estudiantes se sienten más conectados con la materia. Esto facilita la retención de información, ya que las emociones positivas asociadas al aprendizaje mejoran la memoria a largo plazo. Sin embargo, es clave que el humor sea inclusivo y respetuoso, evitando burlas o sarcasmos que puedan generar exclusiones.

Por otro lado, la pedagogía del humor promueve la resiliencia y la inteligencia emocional. Enfrentar errores con naturalidad y reírse de los propios tropiezos como cuando un experimento falla en clase de ciencias enseña a los estudiantes a gestionar la frustración. Además, el humor fomenta el pensamiento creativo, al estimular conexiones inusuales entre ideas y desafiar convenciones. Un exceso de humor puede trivializar los contenidos o restar autoridad al docente. Por ello, debe usarse de manera estratégica, sin perder de vista los objetivos pedagógicos. También es importante adaptarlo al contexto cultural y etario de los estudiantes: lo que es gracioso para adolescentes puede no serlo para niños pequeños.

Entonces podemos decir que la pedagogía del humor es una valiosa herramienta que humaniza la educación, siempre que se emplee con sensibilidad y propósito. Transforma el aula en un espacio de disfrute y curiosidad, donde el aprendizaje se vive con alegría. Como docentes, nuestro desafío es encontrar ese punto medio donde el humor enriquezca sin distraer, recordando que educar con una sonrisa no significa renunciar al rigor, sino hacer el camino más amable y significativo.