La gestión de la reputación es un pilar importante de éxito en la estrategia de relaciones públicas porque afecta directamente la percepción, la confiabilidad y la confianza del público que diferentes grupos objetivo tienen una organización. La reputación positiva facilita el apoyo de las partes interesadas, mejora la reflexión de los medios, fortalece las relaciones con clientes y socios y actúa como una red de defensa durante la crisis. 

Acciones básicas para crear y mantener una buena reputación:

1. Comunicación coincidente y transparente: Envíe mensajes claros, honestos y consistentes a todos los canales. 

2. Cumplimiento ético: Actúe de acuerdo con valores y principios éticos en todas las decisiones y eventos comerciales. 

3. Escuchar ambiental activo: Tenga en cuenta la percepción de la sociedad y responda adecuadamente a sus preocupaciones. 

4. Gestión de crisis proactiva: Hay un plan de crisis que le permite actuar rápidamente, sinceridad y empatía. 

5. Responsabilidad y sostenibilidad social: Unirse activamente al bienestar de la sociedad y el medio ambiente. 

6. Cerrar cultura de la organización: El interior promueve valores que fortalecen el compromiso, la transparencia y la responsabilidad. 

7. Relaciones con los medios: Mantener profesional y cooperación con periodistas e influencias. 

8. Supervisión permanente: Evalúe la visión pública permanente utilizando mediciones de reputación, análisis de medios y redes sociales.