Sí, el exceso de actividades recreativas, aunque placenteras y beneficiosas para el bienestar emocional, puede convertirse en un obstáculo para lograr metas académicas si no se manejan con equilibrio.

Cuando se dedica demasiado tiempo al entretenimiento —como videojuegos, redes sociales, deportes, o salidas frecuentes— sin una adecuada organización, puede disminuir el tiempo y la energía disponibles para estudiar, hacer tareas o prepararse para evaluaciones. Esto puede llevar a bajo rendimiento, estrés de último momento o incluso desmotivación académica.

La clave está en el equilibrio: las actividades recreativas son necesarias para descansar, reducir el estrés y mantener la motivación, pero deben integrarse en una rutina donde también haya espacio para cumplir con responsabilidades académicas. Una buena gestión del tiempo permite disfrutar de ambas cosas sin que una interfiera con la otra.