Es un impactante documental dirigido por Jeff Orlowski, estrenado en 2020, que examina las consecuencias sociales, psicológicas y políticas del uso de plataformas digitales como Facebook, Instagram, Twitter, YouTube y Google. El documental se construye a partir de entrevistas con ex ejecutivos, ingenieros y diseñadores de estas compañías tecnológicas, quienes revelan cómo estas plataformas fueron diseñadas no solo para conectar a las personas, sino también para influir en sus decisiones y comportamientos con fines lucrativos. Uno de los principales mensajes del documental es que, en la economía digital, el producto no son las redes sociales en sí, sino los propios usuarios. A través de complejos algoritmos de inteligencia artificial, estas plataformas recolectan masivamente datos sobre cada persona para predecir sus acciones, manipular su atención y vender esa información a anunciantes. Este modelo económico, basado en la vigilancia y el comportamiento predecible del usuario, plantea graves riesgos para la privacidad y la autonomía individual. Además, el documental muestra cómo esta lógica de diseño ha fomentado la adicción a las redes, especialmente entre niños y adolescentes. La búsqueda constante de "me gusta", notificaciones y validación externa está estrechamente ligada a un aumento en los índices de ansiedad, depresión y trastornos alimenticios. Al presentar dramatizaciones de una familia ficticia, El dilema de las redes sociales retrata los conflictos y tensiones que surgen cuando la vida virtual comienza a dominar la realidad cotidiana. A nivel social y político, el documental alerta sobre la proliferación de noticias falsas, la radicalización de opiniones y la polarización ideológica que han sido alimentadas por algoritmos que priorizan el contenido más emocional o divisivo. También se analiza cómo estos sistemas pueden ser utilizados para manipular elecciones y socavar la democracia, ya que el contenido personalizado que recibe cada usuario crea “burbujas informativas” que limitan la visión crítica y el diálogo social. Lo que hace especialmente poderoso al documental es que las críticas provienen de las propias personas que ayudaron a construir estas tecnologías. Figuras como Tristan Harris (ex especialista en ética del diseño de Google), Jaron Lanier (pionero de la realidad virtual) y otros expertos comparten su preocupación por la falta de regulación y de responsabilidad corporativa, destacando la necesidad urgente de cambiar el rumbo. En conclusión, El dilema de las redes sociales no solo es una advertencia sobre los peligros del mal uso de la tecnología, sino también un llamado a la conciencia colectiva. Invita a los espectadores a reflexionar sobre su relación con las redes sociales y a exigir un cambio en la forma en que estas plataformas operan. Solo mediante una acción conjunta entre gobiernos, empresas y ciudadanos será posible construir un entorno digital más saludable, ético y humano.
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