Por un lado, reconozco que muchos de los avances médicos que hoy salvan vidas, como vacunas y tratamientos para enfermedades graves, no habrían sido posibles sin la experimentación animal. Sin embargo, también me preocupa el sufrimiento que estos seres vivos pueden experimentar durante los procedimientos. Me parece esperanzador que hoy existan alternativas tecnológicas, que podrían ayudarnos a depender menos de los animales.