El proceso de investigación cuantitativa constituye una herramienta fundamental para la generación de conocimiento científico confiable y verificable. A través de un enfoque sistemático basado en el paradigma positivista, este tipo de investigación permite identificar, medir y analizar fenómenos mediante el uso de instrumentos válidos y rigurosos. Su estructura lógica —desde la formulación de una idea hasta la elaboración de conclusiones— garantiza la objetividad y precisión necesarias para comprobar hipótesis y fortalecer teorías existentes. Además, al permitir la generalización de resultados desde muestras representativas, contribuye significativamente al avance de distintas disciplinas, orientando la toma de decisiones y la solución de problemas reales a partir de evidencias empíricas. Por ello, comprender y aplicar adecuadamente este proceso resulta indispensable en la formación de investigadores comprometidos con la calidad y la validez del conocimiento científico.