La investigación es un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad, ya que permite generar conocimientos nuevos y profundizar en la comprensión de nuestro entorno. Gracias a la investigación, las sociedades avanzan en ciencia, tecnología, salud, educación, economía y muchos otros campos que inciden directamente en la calidad de vida de las personas. Por ejemplo, los avances médicos que hoy salvan millones de vidas han sido posibles gracias a años de estudios científicos rigurosos; del mismo modo, los desarrollos tecnológicos que facilitan nuestra vida cotidiana, como el internet, los teléfonos inteligentes o las energías renovables, son fruto de procesos de investigación e innovación constantes.

Además, la investigación contribuye a la toma de decisiones basadas en evidencias, lo cual es clave para el diseño de políticas públicas efectivas. También permite resolver problemas sociales, económicos y ambientales, ya que brinda datos concretos y herramientas para analizar situaciones complejas y proponer soluciones realistas y sostenibles. Otro aspecto importante es que fomenta el pensamiento crítico, el análisis y la curiosidad intelectual, habilidades indispensables para formar ciudadanos conscientes y participativos.