El Proceso de la investigación permite obtener conocimientos de forma clara, ordenada y confiable. A través de este proceso, se analizan los hechos, se plantean soluciones y se toman decisiones fundamentadas. Es importante porque nos ayuda a resolver problemas reales, a mejorar prácticas en distintas áreas como la educación, la salud, la tecnología o el medio ambiente, y a generar nuevos aportes para la sociedad.
Además, en este proceso se desarrolla habilidades como el pensamiento crítico, la observación, el análisis y la capacidad de argumentar con base en evidencias. Sin un proceso bien estructurado, la información puede ser confusa. Por eso, investigar siguiendo pasos organizados garantiza que los resultados sean más confiables y aplicables a la realidad.