La investigación es un pilar fundamental para el desarrollo integral de la sociedad, ya que permite generar conocimientos válidos y relevantes que inciden directamente en la mejora de la calidad de vida. Investigar no solo representa una actividad académica, sino una herramienta transformadora que posibilita comprender fenómenos complejos, proponer soluciones innovadoras y tomar decisiones basadas en evidencia. A través de un enfoque crítico y sistemático, la investigación contribuye a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y sostenible. También la investigación fomenta una actitud de reflexión constante, impulsa el avance científico y tecnológico, y fortalece la autonomía intelectual de los futuros profesionales. Es, además, una vía para vincular la teoría con la práctica, conectando el conocimiento académico con las necesidades reales de la comunidad. Por lo tanto, una sociedad puede alcanzar su máximo potencial cuando promueve la investigación como medio para entender sus desafíos y construir soluciones sostenibles con compromiso y conciencia ética.