Dentro de todas las técnicas que hemos revisado y puesto en práctica, considero que la reestructuración cognitiva es una técnica muy útil y favorable en el proceso terapéutico, ya que permite identificar, cuestionar y modificar pensamientos disfuncionales que se encuentran presentes en el paciente. Mediante esta técnica, la persona puede tomar conciencia de sus patrones de pensamiento negativos, explorar nuevas formas de interpretación y construir creencias más realistas y adaptativas. Además, considero que gracias a su estructura clara, se convierte en una herramienta bastante accesible para el terapeuta como para el paciente.
Por otra parte, también es importante considerar la demanda del paciente, ya que al reconocer su voz, sus necesidades, escuchar y validar la demanda podemos identificar una técnica adecuada que se ajuste a las necesidades del paciente, ya que si para unos puede resultar favorable una técnica puede darse el caso que en otras personas no sea útil, además cuando el terapeuta adapta el proceso y elige técnicas relacionadas con las necesidades específicas del paciente, se incrementa el compromiso por parte del paciente lo cual hace más efectivo el tratamiento.