La transparencia en la contratación pública es un pilar fundamental para garantizar la integridad del proceso y la correcta administración de los recursos del Estado. Desde una perspectiva técnica, permite que todas las etapas ,planeación, licitación, adjudicación, ejecución y cierre contractual.
sean accesibles y verificables tanto por los entes de control como por la ciudadanía. Esto no solo previene actos de corrupción y colusión entre oferentes y funcionarios, sino que también promueve la libre concurrencia y la igualdad de oportunidades, principios esenciales del régimen de contratación pública.
Asimismo, la transparencia mejora la trazabilidad documental y facilita auditorías internas y externas, lo que redunda en una mejor gestión del riesgo contractual. Al publicar oportunamente los pliegos, los criterios de evaluación, las actas y los contratos adjudicados en los sistemas de información (como el SECOP en Colombia, por ejemplo), se genera un entorno de confianza para los proveedores y se refuerza la legitimidad institucional. Finalmente, el cumplimiento de los estándares de transparencia responde a los principios constitucionales de publicidad y responsabilidad, y es una exigencia clave en los marcos normativos nacionales e internacionales, como los lineamientos de la OCDE y los tratados de libre comercio.