Una persona que vive este tipo de control en una relación puede sufrir diversas consecuencias emocionales, como:
Baja autoestima, al sentirse constantemente menospreciada o culpable.
Ansiedad y estrés, debido al miedo constante de provocar el enojo de la otra persona.
Depresión, al sentirse atrapada, sola o sin valor.
Aislamiento social, por alejarse de amigos y familiares.
Confusión emocional, porque puede llegar a normalizar el maltrato o sentirse culpable por lo que vive.
Estas consecuencias pueden afectar seriamente la salud mental y dificultar la capacidad de tomar decisiones sanas.
Baja autoestima, al sentirse constantemente menospreciada o culpable.
Ansiedad y estrés, debido al miedo constante de provocar el enojo de la otra persona.
Depresión, al sentirse atrapada, sola o sin valor.
Aislamiento social, por alejarse de amigos y familiares.
Confusión emocional, porque puede llegar a normalizar el maltrato o sentirse culpable por lo que vive.
Estas consecuencias pueden afectar seriamente la salud mental y dificultar la capacidad de tomar decisiones sanas.