Título: El mundo debate el futuro de las energías renovables: ¿se alcanzará el consenso?
Fecha: 24 de abril de 2025
Reflexión:
La seguridad energética se ha convertido en un punto de fricción entre Estados Unidos y la Unión Europea, justo cuando el mundo busca acelerar su transición hacia energías limpias. Por un lado, Washington insiste en que la estabilidad requiere infraestructura para el gas natural y tecnologías de captura de carbono, por otro, Bruselas plantea que la verdadera seguridad reside en la independencia de los combustibles fósiles, apostando por fuentes renovables como la solar, la eólica y el hidrógeno verde. Dicha disonancia denota no solo intereses económicos y geopolíticos, sino que también pone a prueba los compromisos internacionales asumidos en materia ambiental.
Bajo este contexto, resulta imperativo recordar que el derecho ambiental contemporáneo no puede desvincularse de los compromisos internacionales sobre transición energética. En ese sentido, principios como el de precaución, equidad intergeneracional y sostenibilidad deben guiar toda política energética adoptada por los Estados.
Así, la seguridad energética, en su acepción más profunda, debe entenderse como la capacidad de sostener el desarrollo humano en armonía con el planeta. En consecuencia, corresponde tanto a los operadores de justicia como a los decisores políticos y a la sociedad civil ejercer una labor vigilante y propositiva, para que los intereses económicos no se impongan por sobre los derechos de las generaciones futuras ni sobre la integridad de los ecosistemas.