El acoso no solo es una cuestión que sucede de personas adultas a menores, sino también de niños hacía sus docentes, se ha escuchado pocos casos en lo que un alumno o alumna molesta a su docente, pero poco se habla de lo que institución hace para manejar esta situación, la responsabilidad que tiene la unidad educativa es imprescindible, ya que, si llega a pasar algo así debe actuar con prontitud, debe educar y sensibilizar a todo el alumnado sobre el acoso estableciendo mecanismos efectivos de denuncias y charlas con padres, docentes y autoridades del plantel.
Teniendo en cuenta que esto puede pasar, se deberia implementar:
1. Protocolo de actuación claro ante casos de acoso, que incluya pasos específicos para denunciar, investigar y sancionar.
2. Aplicar sanciones disciplinarias claras y proporcionales a los estudiantes que incurran en conductas de acoso.
3. Realizar campañas de sensibilización y talleres formativos sobre respeto, convivencia y límites hacia la figura docente.
4. Fortalecer la autoridad del docente en el aula mediante el respaldo institucional frente a situaciones de indisciplina o irrespeto.
5. Formar comités de convivencia escolar donde los docentes tengan representación y voz en la toma de decisiones.
Por lo tanto, un docente si es sujeto de este acoso no debe callar y también hablar con las autoridades para poder llegar a una solución antes de que el problema se extienda más.