El análisis del artículo de Rodero y Rodríguez (2015) destaca la necesidad de que Ecuador adopte políticas claras de internacionalización con objetivos comunes y órganos responsables, además de establecer mecanismos eficaces de seguimiento y evaluación. Para consolidar la movilidad académica bidireccional, es fundamental promover convenios sostenibles que faciliten el intercambio de estudiantes, docentes e investigadores, mediante programas de doble titulación y cátedras impartidas en inglés.
Asimismo, resulta imprescindible mejorar el dominio de lenguas extranjeras en todos los niveles del sistema educativo y garantizar una financiación equitativa que beneficie especialmente a las universidades ubicadas en zonas rurales o con menos recursos. La cooperación académica debe traducirse en proyectos conjuntos y en el uso de plataformas virtuales que permitan la integración de la educación básica, media y superior, fomentando la construcción de una sociedad basada en el conocimiento.