La lectura ha acompañado a la humanidad desde tiempos remotos, no solo como un vehículo del saber, sino como un refugio emocional y una forma de encontrarnos con los demás y con nosotros mismos. Durante su visita a la PUCP, Irene Vallejo nos recordó que “la lectura es una fuerza sanadora que nos permite reconocernos en el otro”, una idea que resalta la capacidad de los libros para despertar la empatía y unirnos como seres humanos. A lo largo de la historia, los libros han sobrevivido a guerras, epidemias y revoluciones, manteniéndose firmes como guardianes de la memoria y la esperanza.
Vallejo también rindió homenaje a los promotores de lectura, a quienes llamó “héroes cotidianos”, porque con su labor silenciosa acercan los libros a las personas y hacen posible que las palabras lleguen a más corazones. Leer no solo nos transforma como individuos; también puede sanar heridas colectivas, tender puentes entre culturas y fortalecer el tejido humano de las sociedades. En medio del ruido del mundo actual, los libros siguen siendo un acto de resistencia, de amor y de profunda humanidad.