ACESINATO TRIPLE EN PORTOVIEJO

Lo que pasó en Portoviejo con los tres guías penitenciarios me dejó realmente impactado… es muy duro ver cómo la violencia se está volviendo algo “normal” en nuestro día a día. Estas personas solo estaban yendo a cumplir con su trabajo, no estaban haciendo nada malo, simplemente se dirigían a la cárcel El Rodeo, como cualquier otro día, y fueron asesinadas de una forma brutal. Lo más preocupante es que este tipo de noticias ya ni siquiera sorprenden tanto como antes, y eso es una señal alarmante de lo que estamos viviendo.

Gabriel Calle, Johan Simbaña y Richard Benenaula no eran criminales, eran trabajadores del sistema penitenciario… personas que, como muchos, madrugan, se arriesgan, y aún así no tienen garantías de seguridad. Qué país estamos construyendo si ni siquiera quienes trabajan para el Estado pueden sentirse protegidos? Da miedo, da rabia, y sobre todo mucha impotencia.

Este crimen no solo afecta a sus familias, que ahora tienen que lidiar con un dolor irreparable, sino que nos afecta a todos. Porque si matan así, con tanta frialdad, a quienes representan la ley, entonces qué nos espera a los demás… estamos perdiendo el respeto por la vida y eso es muy grave. La violencia no puede seguir creciendo sin respuesta. El Estado tiene que actuar con más firmeza, no podemos permitir que estos hechos sigan quedando en la impunidad. Ojalá se haga justicia, por ellos, por sus familias y por todos nosotros. No podemos acostumbrarnos a vivir con miedo.

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