Para tratar a las personas con trastornos del grupo A es importante no invadir su espacio y tampoco forzar a que se cree un vínculo, esto debido a que suelen mostrarse bastante reservados, por ellos es importante acercarse con tranquilidad, sin presionarlos ni intentar cambiar su forma de ser de manera inmediata. En el caso de que se pueda acceder a terapia serviría de ayuda para que puedan entender y manejar mejor sus ideas poco comunes o su tendencia al aislamiento.

Por otro lado en las personas del grupo B sirve bastante validar lo que sienten, escucharlos y ayudar a poner en palabras lo que les pasa, pero también es importante dejar claro lo que es aceptable y lo que no. El que accedan a terapia y que cuenten con un espacio seguro y empático puede generar cambios bastante positivos.