El etileno es una hormona vegetal en forma de gas que desempeña un papel fundamental en la maduración de los frutos, especialmente en aquellos clasificados como climacterios, como el plátano, el tomate, la manzana y el aguacate. Su importancia radica en que actúa como señal bioquímica que desencadena una serie de transformaciones fisiológicas y metabólicas en el fruto. A través de la activación o represión de ciertos genes, el etileno regula procesos clave como la degradación de la pared celular, la conversión de almidón en azúcares, la síntesis de compuestos aromáticos y la modificación de pigmentos. Como resultado, el fruto se vuelve más dulce, aromático, blando y colorido, características propias de su estado óptimo para el consumo.
Además, este gas promueve la acción de enzimas como las pectinases y celulasas, que actúan sobre la estructura celular del fruto, facilitando su ablandamiento. También interviene en la degradación de la clorofila y en la formación de pigmentos como los carotenoides y antocianinas, responsables de los cambios de color visibles durante la maduración. Un aspecto clave del etileno es su producción autocatalítica en frutos climacterios, lo que significa que una vez que comienza su síntesis, esta se retroalimenta, asegurando una maduración coordinada en todo el fruto. Este mecanismo permite que el proceso sea uniforme y eficiente.
Asimismo, el etileno no solo cumple funciones fisiológicas dentro del fruto, sino que también actúa como una señal de comunicación entre células, coordinando diferentes procesos que ocurren de forma simultánea. Gracias a estas funciones, su manejo se ha vuelto esencial en la industria agroalimentaria. Por ejemplo, mediante la aplicación controlada de etileno es posible inducir la maduración en frutos recolectados verdes, mientras que su inhibición permite prolongar la vida útil durante el transporte y almacenamiento. Esto aporta beneficios como la mejora en la textura, el sabor, el aroma y el valor nutricional de los frutos destinados al consumo humano, así como una mayor eficiencia en la comercialización de productos hortofrutícolas. En consecuencia, el estudio y control del etileno se ha convertido en un elemento clave tanto en la producción agrícola como en el manejo postcosecha.
