Al visualizar el video pude entender que los adultos mayores experimentan la soledad de distintas formas. Algunos la viven con tristeza, se sienten olvidados y perciben que nadie los escucha, solo pocos logran convivir con ella de manera más serena. Lo que más resalta es la necesidad que tienen de sentirse escuchados, acompañados y valorados, porque, aunque muchos aparenten estar bien, por dentro arrastran recuerdos, pérdidas y una gran sensación de vacío. El testimonio de cada persona me hizo reflexionar sobre cómo un gesto tan simple como conversar o compartir tiempo con ellos puede marcar la diferencia.
Como futura profesional de enfermería, creo que nuestro rol no solo debe centrarse en el cuidado físico, sino también en atender el lado emocional y social del adulto mayor, escuchar activamente, fomentar la participación en actividades grupales y reforzar los vínculos afectivos puede ayudarles a enfrentar mejor la soledad.