La valoración específica del sistema musculoesquelético es una de las habilidades más importantes que debemos desarrollar como futuros fisioterapeutas. Esta nos permite identificar alteraciones en músculos, huesos, articulaciones y tejidos blandos que afectan la movilidad y funcionalidad del paciente.
A través de pruebas musculares, análisis de rangos de movimiento, palpación y observación postural, obtenemos información precisa para establecer un diagnóstico fisioterapéutico adecuado.
Además, esta valoración nos ayuda a diferenciar entre lesiones agudas y crónicas, localizar la zona de mayor compromiso y comprender cómo el dolor o la limitación afecta la actividad diaria. Es clave para diseñar un plan de tratamiento individualizado y seguro. También nos permite hacer comparaciones en las distintas fases del proceso terapéutico, lo que nos ayuda a evaluar la evolución del paciente.
Como estudiantes, es fundamental practicar esta valoración con responsabilidad, ética y atención al detalle, ya que de ella depende en gran parte el éxito de nuestra intervención. Saber evaluar correctamente el sistema musculoesquelético nos convierte en profesionales más competentes y empáticos.