Fecha: 10 de abril del 2025.
En el cierre de campaña del presidente/candidato Daniel Noboa, se ha evidenciado una serie de infracciones que no solo ponen en cuestión la legalidad de su accionar, sino que también reflejan la falta de respeto hacia las normas que rigen nuestro sistema democrático. Desde la primera vuelta electoral, Noboa incurrió en una campaña anticipada, desoyendo la exigencia legal de solicitar una licencia, lo que ya debería haber sido motivo de sanción. Sin embargo, el CNE no le ha interesado absolutamente nada, haciendo parecer que la impunidad es una norma en este gobierno.
En la segunda vuelta, la situación se agravó aún más. Noboa decidió contratar al reconocido cantante puertorriqueño Tito El Bambino, un evento que, según el artículo 330, numeral 4 del Código de la Democracia, se tipifica como un delito grave. Este artículo prohíbe expresamente la realización de eventos con artistas internacionales durante el período electoral.
Además, el artículo 279, numeral 5, establece sanciones que van desde multas hasta las destitución o suspensión de los servidores públicos que utilizan recursos del Estado para fines proselitistas. Las preguntas que surge en los ecuatorianos son: ¿por qué no se aplican estas sanciones? ¿Acaso estamos ante un gobierno que se siente por encima de la ley, que actúa con total desorden hacia las normas que deberían regir su conducta?
Es de suma importancia que los ciudadanos reflexiones sobre la gravedad de estas acciones. La democracia no solo se construye con votos, sino también con el respeto a las leyes y a los principios que garantizan un proceso electoral justo y transparente. La falta de responsabilidad y la impunidad de quienes ocupan cargos públicos son un insulto a la voluntad del pueblo. Debemos exigir un cambio, un liderazgo que no solo prometa, sino que también actúe con integridad y respeto hacia la ley. La democracia es un buen preciado que debemos proteger, y es nuestra responsabilidad como ciudadanos exigir que se respete y se valore.