La valoración del sistema músculo-esquelético es fundamental en la práctica clínica, ya que permite identificar alteraciones funcionales, lesiones y enfermedades osteoarticulares o musculares. Esta evaluación incluye inspección, palpación, evaluación de la amplitud de movimiento (ROM), fuerza muscular y pruebas especiales para detectar patologías como tendinitis, fracturas o artritis (Hoppenfeld, 2006). La anamnesis detallada es clave, indagando sobre dolor, rigidez, inflamación o limitaciones funcionales (Magee, 2014).
La exploración física debe ser metódica, comparando bilateralmente para detectar asimetrías. Las maniobras como el test de Lachman (rodilla) o el signo de Neer (hombro) ayudan en el diagnóstico de lesiones específicas (Reider et al., 2015). Además, herramientas como la escala de fuerza muscular (MRC) y goniometría aportan objetividad (Hislop & Avers, 2013). En casos complejos, estudios de imagen (RX, RM) complementan la evaluación (Brant & Helms, 2012).
Una valoración integral considera factores biomecánicos, posturales y ocupacionales, esenciales para un abordaje terapéutico eficaz (Kendall et al., 2005). La intervención temprana mejora el pronóstico, destacando la importancia de una evaluación precisa y multidisciplinar.
Bibliografía
- Brant, W. E., & Helms, C. A. (2012). Fundamentals of Diagnostic Radiology. Lippincott Williams & Wilkins.
- Hislop, H. J., & Avers, D. (2013). Daniels and Worthingham's Muscle Testing. Elsevier.
- Hoppenfeld, S. (2006). Physical Examination of the Spine and Extremities. Prentice Hall.
- Kendall, F. P., et al. (2005). Muscles: Testing and Function with Posture and Pain. Lippincott.
- Magee, D. J. (2014). Orthopedic Physical Assessment. Elsevier.
- Reider, B., et al. (2015). The Orthopedic Physical Examination. Elsevier.