A mi perspectiva la mejor manera de tratar con los trastornos de personalidad del grupo A (paranoide, esquizoide y esquizotípico) y del grupo B (antisocial, limite, histriónico y narcisista) requiere tener una evaluación clara y precisa del cuadro donde se identifique la sintomatología y la aplicación de reactivos psicológicos, entrevistas y observación clínica, además de implementar estrategias terapéuticas adecuadas para cada uno de los tipos de personalidad presentes en estos 2 grupos. Es así como se debe tener empatía, escucha activa, una comunicación clara y directa, establecer limites firmes y coherentes, tener un compromiso tanto del paciente como del terapeuta, validar al paciente, pero a la vez no reforzar conducta o estancarse en la queja, ir realizando un monitoreo de los avances o retrocesos que se esta teniendo a lo largo del tratamiento. Además, el enfoque bajo el cual trabaje el profesional de la salud mental también va a interferir mucho en si existe un rechazo o avance terapéutico.