En la práctica clínica de fisioterapia, saber hasta dónde podemos llegar no es una limitación, sino un acto de respeto y responsabilidad. A veces, queremos ayudar más de lo que nos corresponde, pero entender nuestros límites es también una forma de cuidar. No se trata solo de técnicas o conocimientos, sino de reconocer cuándo un paciente necesita algo que va más allá de nuestras manos. Derivar, consultar o incluso decir “no lo sé” demuestra madurez profesional. Además, cada paciente trae consigo una historia única, y eso nos exige empatía y humildad. Los límites no son muros, son guías que nos permiten trabajar con seguridad y ética. Y lejos de alejarnos del paciente, nos acercan desde la honestidad. Porque al final, el cuidado real empieza por reconocer lo que podemos y no podemos hacer. Respetar estos límites protege tanto al paciente como al profesional. La actualización constante es clave para no solo mantenerse dentro de los límites, sino también para ampliarlos de manera responsable.
Límites de la práctica clínica en fisioterapia
Se ha alcanzado la fecha límite para publicar en este foro, por lo que ya no puede publicar en él.