Los límites de la práctica clínica en fisioterapia nos permite brindar una atención efectiva, ética, y centrada en el bienestar del paciente. Ya que establece hasta dónde puede intervenir un fisioterapeuta, sin invadir competencias de otras disciplinas de la salud, como la medicina o la psicología. Es necesario que el fisioterapeuta tenga la capacidad de evaluar y tratar disfunciones del movimiento, postural función física. Sin diagnosticar enfermedades médicas ni prescribir medicamentos, evitando así acciones para las que no estamos capacitados y actuando siempre basándonos en la evidencia científica y experiencia clínica.
Es así como reconocer estos límites no solo garantiza una atención segura y de calidad, sino que también fortalece el trabajo interdisciplinario, permitiendo derivar al paciente a otros profesionales cuando sea necesario. Ignorar estos límites puede comprometer la salud del paciente y la credibilidad del profesional.